Durante cuatro intensos días, las calles de Vilafranca de Bonany fueron testigos de una explosión de creatividad y talento en la Feria Infantil y Juvenil de las Islas Baleares (FIET).
Un espacio donde la pasión por las artes escénicas se funde con el esfuerzo colectivo de una comunidad comprometida. Vilafranca, año tras año, abre sus puertas y corazones para que esta celebración sea posible.
Desde el teatro de Vilafranca de Bonany hasta las plazas al aire libre y los itinerantes, el escenario se desplegó en múltiples facetas.
La sostenibilidad, accesibilidad e integración se convierten en pilares fundamentales de la FIET. No solo se trata de un evento de entretenimiento, sino de una plataforma que promueve valores esenciales en la sociedad actual. Las compañías participantes no solo deslumbraron con su arte, sino que también transmitieron mensajes que invitan a la reflexión y la conciencia ambiental.
Lo que me esperaba estos 4 días
Como fotógrafo oficial encargado de capturar cada instante, tuve el privilegio de adentrarme en un universo donde el teatro se erige como herramienta de formación y crecimiento para jóvenes de todas las edades.
Afrontar el reto de documentar las 35 obras representadas, diseminadas por todo el pueblo y en ocasiones coincidiendo en horarios, fue una tarea algo complicada. Este año dispuse de una bicicleta que se convirtió en mi fiel aliada, que ya podía mi forma física… pero señores..peras al olmo… al menos me ayudo a sortear las distancias y me permitió llegar a tiempo a cada puesta en escena.
La complejidad de mi labor radicó en captar la esencia de cada obra en un lapso de tiempo limitado. En menos de quince minutos, debía encontrar el ángulo, la luz y la composición adecuados para plasmar toda la fuerza y emotividad de cada actuación. Esto requiere una sincronización precisa, una comprensión profunda de la narrativa de la obra y una sensibilidad artística agudizada.
El teatro, en su esencia más pura, se erige como una herramienta de transformación para los jóvenes participantes. La expresión artística se convierte en un medio de comunicación universal que trasciende barreras y promueve la tolerancia y la inclusión.
Desde los más pequeños, que dan sus primeros pasos en el escenario, hasta los adolescentes que despliegan su potencial creativo, cada actuación es un testimonio del poder formativo del arte.
El espíritu de la comunidad de Vilafranca se hizo palpable en cada rincón de la FIET, implicados con entusiasmo en cada detalle, asegurando que tanto compañías, profesionales, técnicos y visitantes se sintieran acogidos y apreciados.
La Feria Infantil y Juvenil de las Islas Baleares trasciende las fronteras del entretenimiento efímero y como fotógrafo, tuve el privilegio de inmortalizar cada instante, cada emoción, cada gesto de los jóvenes que dejaron su huella en el escenario de la FIET.
FUENTE E IMAGENES: VILLEGAS PHOTO
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