XXIX Regata Illes Balears Clàssics 2024

Argos y Calima brillan en una clàssics marcada por la emoción y la tradición.

El Argos durante la regata del XXIX Illes Balears Clàssics
El Argos durante la regata

La Illes Balears Clàssics de este año ha dejado momentos memorables, con una mezcla de tradición, competitividad y pasión por la vela clásica que ha sido palpable en cada maniobra. Tras días de intensa competición, los veleros más históricos han dado una lección de maestría en la Bahía de Palma, y aunque las condiciones meteorológicas no lo pusieron fácil, la regata ha culminado con un final de infarto.

El viernes, cuando la jornada comenzó con chubascos inesperados, el Comité de Regatas decidió aplazar la salida una hora. Finalmente, el viento del norte permitió a los barcos abandonar sus amarres y dar comienzo a la competición. Con un recorrido de 13 millas y condiciones que variaron entre los nueve y once nudos de viento, la regata se disputó con todas las clases al límite de su capacidad.

El sábado, el Argos, un Holman & Pye de 1964, comenzó a perfilarse como favorito en la clase Clásicos, y su armadora, Bárbara Trilling, no pudo ocultar la emoción tras la jornada: “Hemos tenido suerte, pero hay que buscar esa suerte. Toda la tripulación tenía ganas de ganar, estaba muy concentrada y por eso todo salió bien”. El esfuerzo conjunto de la tripulación del Argos fue evidente, y aunque la competición estuvo muy reñida, lograron imponerse en la manga del día.

El Sonata durante la regata de Clàssics
El Sonata tras el paso de la segunda boya

En la clase Época Bermudian, el Sonata, un Alden de 1937, sorprendió al tomar el liderazgo, desbancando al Comet que quedó en cuarto lugar. Jordi Cabau, armador del Sonata, señaló que la clave del éxito radicó en la ejecución precisa de las maniobras y la buena táctica del equipo. “Cuando las cosas se hacen bien, tienes un buen resultado”, comentó satisfecho.

La belleza del Rowdy es incuestionable
Jaime Rodríquez-Toubes al timón del Calima

El domingo, último día de la regata, las emociones estaban a flor de piel. La entrada del viento Embat salvó la jornada y permitió que se disputara una última manga decisiva. Todos los ojos estaban puestos en el Argos y el Calima, empatados a puntos y con igual número de victorias en sus respectivas clases. La competencia fue feroz, pero finalmente, el Argos se alzó con la victoria absoluta, gracias a su mayor antigüedad.

El Calima, aunque se quedó a las puertas del triunfo, mostró un rendimiento excepcional bajo el mando de su patrón Jaime Rodríguez-Toubes y con Pachi Rivero como armador. Rivero elogió la labor de su equipo y la dificultad de la jornada: “Nos ha resultado difícil defender el liderato, pero la tripulación ha estado fantástica”.

El Rowdy, con su espectacular retorno tras dos años en dique seco, se proclamó campeón en la clase Época Cangreja, mientras que el Micanga mantuvo su dominio en la clase RI Clásicos/Espíritu de Tradición, quedando a tan solo un punto del Calima. Donna Dyer, armadora del Rowdy, destacó la organización de la regata y cómo su equipo, a pesar de los contratiempos, pudo disfrutar y aprender en esta competición tan emblemática.

La entrega de trofeos puso el broche final a la 29ª edición de la Illes Balears Clàssics. Con cuarenta barcos de ocho nacionalidades diferentes, esta edición ha sido un éxito rotundo, consolidándose como una de las citas más importantes del circuito Mediterranean Champions Cup de vela clásica. Los barcos volvieron a puerto tras una semana de competición que, a pesar de las adversidades climáticas, ha dejado un excelente sabor de boca a todos los participantes. Como concluyó Jordi Cabau, “nos vamos con muy buen sabor de boca del Club de Mar-Mallorca, de la organización de la regata… y le damos la enhorabuena al comité por las decisiones que ha tomado”.

Fuente: Gabinete de comunicación de la regata

Imagenes: Villegas Photo

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