Nacho Baltasar recibe un homenaje en Sa Ràpita tras su Participación en los Juegos Olímpicos de París 2024

Nacho Baltasar durante el evento

El pasado 8 de agosto, Sa Ràpita se convirtió en el epicentro de una celebración llena de emociones y sentimientos encontrados. Nacho Baltasar, un joven regatista de tan solo 19 años, regresaba a su hogar tras su participación en los Juegos Olímpicos de París 2024. Aunque no logró colgarse una medalla, su esfuerzo y determinación no pasaron desapercibidos, y la comunidad que lo ha visto crecer no dudó en rendirle un homenaje digno de un campeón.

El Club Nàutic Sa Ràpita, que ha sido testigo de sus primeros pasos en el mundo de la vela, acogió a Nacho con los brazos abiertos. No era para menos: el primer deportista olímpico del club volvía a casa después de una intensa competición en Marsella. La sala de socios del club se llenó de amigos, familiares, compañeros y autoridades que querían mostrarle su apoyo en un momento que, sin duda, fue tan dulce como amargo.

El ambiente era festivo, pero también se respiraba una mezcla de orgullo y frustración. Nacho, quien terminó en la undécima posición en la clase iQFOil Masculina, estuvo a punto de luchar por una medalla. De hecho, su actuación en las últimas regatas fue impresionante: un 13º, un 5º y un 3º puesto que lo colocaron momentáneamente entre los mejores. Sin embargo, una protesta de última hora presentada por el equipo suizo lo dejó fuera de la Medal Series. Un golpe duro para un joven que había trabajado incansablemente durante los últimos tres años para llegar hasta allí.

“Han sido días de mucho sufrimiento”, confesó Nacho en su discurso, dejando entrever la presión y la tristeza que le acompañaron durante esos días. Pero a pesar de todo, su espíritu combativo no se ha quebrado. “Seguiré luchando y llegará la medalla”, prometió ante los suyos. Estas palabras, pronunciadas con firmeza, sonaron más a una declaración de intenciones que a un simple consuelo.

El regatista, que a su corta edad ya es número dos del ranking mundial en su clase, no se dejó vencer por la adversidad. Aunque el golpe fue duro, su mentalidad es clara: aprender de cada situación y mejorar para lo que está por venir. Y es que Los Ángeles 2028 ya asoman en su horizonte, como un nuevo desafío al que se lanzará con la misma pasión y dedicación que lo han llevado hasta aquí.

En el homenaje, no faltaron las palabras de apoyo por parte de las autoridades presentes. El presidente del Club Nàutic, Pau Lladó, se mostró orgulloso de que Nacho haya llevado el nombre del club hasta los Juegos Olímpicos y no dudó en augurar que en la próxima cita olímpica habrá una medalla para él. La alcaldesa de Campos, Francisca Porquer, también quiso destacar el orgullo que supone para toda la comunidad el papel desempeñado por Nacho, agradeciéndole por las emociones vividas y por representar a Sa Ràpita y Campos a nivel internacional.

Nacho Baltasar con los pequeños deportistas

Pero quizás, lo más significativo del evento fue ver a Nacho rodeado de los más jóvenes, esos pequeños regatistas que lo miran con admiración y sueñan con seguir sus pasos. Nacho, consciente de la importancia de ser un referente para ellos, les dejó un mensaje claro: “No os preocupéis si me veis triste, porque todos los deportistas pasamos por momentos difíciles. Lo importante es seguir adelante y aprender de cada experiencia”.

Así, entre aplausos y abrazos, Nacho Baltasar se despidió de su gente con la promesa de volver más fuerte que nunca. El camino hacia Los Ángeles 2028 ya ha comenzado, y aunque la ruta no será fácil, la determinación de este joven regatista mallorquín es inquebrantable. Sa Ràpita seguirá apoyándole en cada brazada, cada maniobra y cada regata, confiando en que, tarde o temprano, esa ansiada medalla llegará.

Instagram de Nacho Baltasar

Fuente e Imagenes: Villegas Photo

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